Al
estilo de las primeras asociaciones de apoyo mutuo. Somos una
organización limpia, sin subvenciones de instituciones públicas ni
privadas para así mantener la independencia y evitar que se
corrompa. Nuestro funcionamiento es autogestionario, asambleario,
horizontal, y con toma de decisiones por consenso.
No
creemos que las ayudas económicas institucionales mantenidas a las
personas en situaciones de pobreza y/o exclusión sirvan para que las
superen. Salvo las ayudas urgentes y puntuales, el resto crean
dependencia y, muy al contrario, perpetuan la pobreza. Partimos de la
base de la “reciprocidad justa” y no de la “caridad bondadosa”.
A quien quiere “un pez”, sé justo y ayúdale enseñándole a
pescarlo. Cada persona debe participar en reciprocidad con los demás,
siendo creador de su propio cambio y ayudando a otros como es
ayudado. Es muy importante este apoyo mutuo entre las personas que
vivimos estas situaciones, pues bajo el paternalismo, la soledad y la
exclusión es prácticamente imposible cambiar.
.